jueves, 8 de enero de 2009

Libracos de impresión Vol II: La Saga Del Emperador Albino


Para mi es inevitable ver una imagen de Elric de Melnibone y no enarcar una sonrisa risueña de niño que acaba de ver pasar a los Reyes Magos (Papa Puerco tambien es aceptable) pues Elric y Michael Moorcock fueron para mí mi destete en el mundo del Rol (mi nacimiento podria situarse en mis escarceos con Heroquest y demás deliciosos juegos de tablero fantásticos). Ese primer juego y sus novelas fueron para mi la introducción a un mundo fantástico, lleno de poderosa imaginación y de diversión sin par (esto podria ser incluido en cualquier anuncio de MB), que llenaron horas de mi vida por aquellos años.

Que tiempos aquellos de juegos de rol sencillos, típicas aventuras sin pretenciosidad y, como no, unos cuantos fallos que le daban cierto encanto al juego como un sistema de combate ciertamente plano o una hoja de personaje poco equilibrada pero, leñe, tenia su encanto ese juego. Ha sido siempre uno de mis juegos preferidos... y si no preguntadles a mis sufridos PJ's que en las Jornadas de Rol de Pinto han sufrido mis aventuras. Pero bueno, a lo que íbamos, a comentar las novelas de Michael Moorcock.


Hace ya un par de años que comenzó las reediciones via Edhasa de cada uno de los ocho libros que componen la saga del emeprador albino y, bueno, no os podeis imaginar la ilusión que me hizo el tener la posibilidad de poseer cada uno de los libros del que fue para mi un referente en el mundo de la fantasia y de rol. Yo, que me leí "Elric de Melniboné", "La fortaleza de la Perla", "Marineros de los Mares del Destino", "El Lobo Blanco", "La Torre Evanescente" y "Portadora de tormentas" siempre de prestado (eso si, con las fantásticas portadas de Michael Whelan en las ediciones de lomo amarillo de Martinez Roca) fue toda una conmoción tener la posibilidad de poseer una de las grandes sagas de la fantasia. Cierto que era una reedición pero, en estos casos, y como diria Eskorbuto "No nos quedan más cojones...".

Y es que, cierto es, que la reedición no tiene todas las portadas del sr. Whelan, que compila dos libros por tomo (precio muy ajustado, eso si... 25€ como mucho, lo cual es de agradecer) y que se echa de menos algún prólogo hablando del insigne Michel Moorcock, uno de los autores vivos más importantes de la fantasia (la saga de Erekose, la saga Hawkmoon y la saga de Corum, entre otras, creando un mundo bastante original llamado el Multiverso) pero, bueno, no nos pongamos tiquismikis.


Es innegable que Edhasa ha cumplido el sueño de muchos que, como yo, anhelaban tener esta saga. Recordemos que los libros originales en castellano han llegado a alcanzar las astronómicas cifas de 50€ en el mercado (si, por un libro de 200 páginas... cojonudo oiga) y que, Edhasa, por 25€ te pone dos en el bolsillo. Además, tapa dura, un buen papel y, excepto en la edición de "Elric de Melniboné/La Fortaleza de la Perla", las tres restantes tienen sus portadas originales (sigo diciendo que echo de menos que apareciesen en el interior las portadas de los otros libros. Pero, bueno, nadie es perfecto. Por otro lado, el papel es grueso, la edición es bastante aceptable e incluye algunas ilustraciones nuevas de Elric, amen de la conocida imagen de Chris Achilleos de "La destruccion de Imrryr", la cual cuelga en mi cuarto (detras mia, para ser más exactos)


A pesar de mi fanatismo, creo que la obra de Moorcock, con el pasar de los años y las nuevas visiones que se abren ante mi, se me antoja repetitiva en ciertos cánones y, en la cual, la predestinación es brutal. Pero, que leches, me lo paso pipa leyendo esas batallas continuas entre Elric y las fuerzas del Caos, viendo como el Emperador Albino se mete en mil y un problemas y como, cuando menos te lo esperas, el Mal acaba apareciendo en cada esquina para sacar del letargo a nuestro héroe. La narración es ágil (bueno, si exceptuamos el peñado de "La venganza de la Rosa"... que tostón, madre mia), la fantasía es febril, psicotrópica diría yo (no olvidemos que Moorcock se "endrogaba" como el que más y hacia, ya de paso, las letras para el grupo de rock psicodélico HAWKIND), lo cual lleva a la contrucción de un mundo dominado por las leyes de la entropia, el cual cambia continuamente. Elric, al final, se acabará viendo envuelto en esa batalla continua, maniquea, entre el bien y el mal y, sin duda, acabará eligiendo un bando, el cual acabará teniendo consecuencias para el bastante claras. Eso si, siempre acompañado de su "fiel" Stormbringer (Tormentosa)... "adios amigo mi, ¡yo era mil veces más malvado que tu!"

"Elric portando Stormbringer y el Cuerno del Destino"

En definitiva, tenemos la posibilidad de tener en nuestras manos de nuevo a la que es, posiblemente una de las mejores sagas de toda la fantasia/espada y brujeria (o como prefirais llamarlo). Os invito a que profundiceis en ella pues no os defraudará su mundo fantástico... pensadlo claramente... un saga que ha influido a grupos como Cirith Ungol o Domine ¿puede ser mala? No lo creo.

http://es.wikipedia.org/wiki/Elric
http://es.wikipedia.org/wiki/Stormbringer_(espada)
http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Moorcock

lunes, 5 de enero de 2009

Libracos de impresion Vol I: Charles Bukowski - Cartero

He de reconocer que hoy he tenido una de esas noches de insomnio absoluto. Gran parte de la culpa la tiene este libro que voy a comentar a continuación:

Charles Bukowski: "Cartero"

La verdad es que es dificil para mi, acostumbado a otro tipo de literatura, más relacionado con el terror, la fantasía, el romanticismo y la ciencia ficción, entregarme a una lectura apasionada de un género tan "realista" como el que trata Bukowski. Es quizás el decadentismo de su obra literaria lo que hace tan interesante la obra de este autor, para mi hasta hace bien poco un desconocido. No es, sin embargo, un fruto, en cierta manera, del condicionamiento grupal puesto que varios amigos, de diferentes ámbitos, me recomendaron su lectura. Bendita sea la hora en la que, ayer, al no encontrar en La Casa Del Libro "451 Farenheit" de Ray Bradbury, me hizo posar mis ojos sobre esta novela.

Recordaba claramente, por parte de un muy amigo mio artista en ciernes (y seguidor de la senda de "este perdedor"), una etapa de Bukowski en la cual trabajó como cartero, tanto repartiendo cartas como de oficinista entre principios de los 50 y finales de los 60 (con parones intermitentes debido a su alcoholismo nato, a sus problemas de salud y a su intención de vivir de la literatura). Es por lo tanto por lo que me decanté por este libro... albricias y zapatetas que dí completamente en el blanco al encontrar justo lo que bsucaba: una novela de tamaño asequible en el cual se diesen ciertos elementos que consideraba, por referencias externas, capitales en la obra de Bukowski como pueden ser el nihilismo, el alcohol, el sexo o la sordidez.

Y es que, al igual que Baudelaire fue capaz de mostrarlo perfectamente en sus "Flores del Mal", Bukowski muestra lo peor y más oscuro de la realidad norteamericana de la época. En este libro se muestra todo un glosario de personajes enfermos y decadentes de los que, escasamente, se salva alguno (quizás Vi) y, más bien, se dedica a sacar las conductas mas enfermas y delirantes de cada uno, rompiendo ese mito de sociedad americana perfecta... no hay más que ver, por ejemplo, a Betty y como acaba su vida. Su propensión a sacar lo peor de cada uno de nosotros aflora en cada momento y, como un espejo, nos muestra los defectos de un mundo que sueña con ser perfecto. Ni siquiera las dulces jovencitas de familia bien del Sur quedan al margen del látigo de Bukowski.

La sátira es continua y se ceba con personajes o instituciones que son supuestamente modélicas como el servicio postal y sus trabajadores, los cuales va siendo continuamente defenestrado por la prosa de Bukowski quedando él, observador pasota, incluso como un héroe ante una sociedad indiferente ante el dolor ajeno. Su continuo desprecio a la autoridad engrandece aún más su personaje, su aceptación de sus propios hechos con una indiferencia casi heróica le eleva al olimpo de los escritores contemporaneos.

Hablando de su prosa, considero que el libro es tremendamente ágil y adictivo. Su manera directa y realista, casi descarnada, de enfocar la creación literaria hace nos enfrentemos de una manera bastante optimista a su lectura, atrapandonos desde el primer momento. Y es que en esa escritura, honesta y sincera, se encuentra, creo yo, primerizo en estas lides, la esencia de su escritura. Un libro que recomendaría a cualquiera que le guste la literatura en general y que no tenga ningún pudor a la sinceridad pasmosa de Charles Bukowski. Creo que lo próximo que caerá será "La senda del perdedor"... ya os contaré.

Y ahora unas fotos de él haciendo lo que mejor sabe... churrar:



sábado, 3 de enero de 2009

Noches de ribeiro y maquinas del tiempo

Todos tenemos uno de esos dias en los cuales decimos frases como "la última y me cojo el metro a casa", "na tio, hoy me voy pronto a casa" o "entramos aquí, nos tomamos el chupito y buscamos otra cosa" y siempre, invariablemente, acaba convirtiendose en un fiestón de proporciones bíblicas en el que se acaba borracho como un lemur o bailando como un poseso... la opción de ayer fue la segunda.

Tras unas llamaditas, un servidor se acabó personando en un sitio tan poco ortodoxo como Antón Martinez, preparado para tomar unos vinos o lo que cayese. Olvidando los sitios en los cuales calentamos motores a base de ribeiros y nos pretendieron sablear con una cuenta al azar (oh la la!) llegamos a un mesón regentado por tailandeses (oh yeah!) donde servian un vino más que decente. De nuevo optamos por la opción Ribeiro que parecia la más aceptable... y entre eso y un bocata de calamares (si alguien pretende alimentarse a base de quichés puede llegar al tipito de Anita Obregón... bastante infame, si) acabamos el rato comentando tontunas, por no ser más explicito (que luego lo leen los niños y acabo teniendo aquí con la cachiporra en ristre a Rouco Varela y, de regalo, a Ratzinger Z on line lanzándome sus "puños fuera").

Total, que a eso de las 00:30/1:00 AM alguien, a modo de conjuro de nivel 7 dijo "nos tomamos una y pa' casita" y surtió efecto cuando, con la intención de tomar alcohol por la patilla, acabamos en un bar llamado "Pirámide". Rápidamente, y sin mediar palabra, nos vimos envueltos en una espiral de viaje en el tiempo hacia el año 1989 en el que se machaban sin piedad temas tan poco heteros como "Eloise" de Tino Casal y clasicazos del tipo "Take on me" de A-Ha, "Don´t You Forget About Me" de la banda sonora de El Club de los Cinco maqueada por Simple Minds, "Girls Just Want To Have Fun" de Cindy Lauper (hogar de los pelucones perroflautas de Sunset Bulevard) y, sobre todo, Rickrolleamos como campeones con ese gran tema inmortal "Never Gonna Give You Up", sin olvidar a The Cure, Michael Jackson, Madonna, Ramones, Kiss o el orgasmo metalero final de "Thunderstruck/Sweet Child O'Mine/Poison" con la triada metalera/fiestera de AC/DC-Guns N' Roses-Alice Cooper, todo ello aparte sazonado con poses bastante poco hetero, bailes bizarros y cuernos liminiscentes. Sin lugar a dudas, una de las noches que más he disfrutado en un bar con la selección del material en toda mi historia de la farra y el cachondeo, aunque eche de menos la BSO de "Superdetective en Hollywood", entre otras. Una de esas noches que guardaré en mi retina por la magia que flotaba en el aire.

Aquí os dejo una pequeña selección del material que encontramos:

A-Ha: "Take On Me"


Simple Minds: "Don't You Forget About Me"


(para quien no lo recuerde, ha un par de homenajes en Futurama en el episodio "la suerte del Frylandes" y en Padre de Familia en el episodio "
Vamos al baile")

The Cure: "Boys Don't Cry"


Alice Copper: "Poison"


Guns N' Roses: "Sweet Child O'Mine"


Y, para finalizar, el video magistral... el auténtico Rick "Rolling" Ashley:



Sin duda más noches como estas de viajes en el tiempo necesitamos para darnos marcha al cuerpo... viendo las mierdas que no acaban poniendo en los garitos, la música ochentera, en todas sus vertientes, es sinónimo de fiesta y cachondeo. Cada dia tengo más claro que, como decia El Reno Renardo, "quiero comprarme un Delorean... para viajar años atrás"